sábado, 20 de noviembre de 2010

desde otra perspectiva

Me acomodo en la chaise longue color berenjena de su despacho. Con ambas manos compruebo pícaramente que mi falda años 70 y cintura de avispa está perfectamente bien colocada.
Él, mientras, comenta el pésimo tiempo que hace mirando hacia la calle y gradúa las láminas de las ventanas.
Como cada jueves toca sesión. Una hora en la que  yo le cuento mi vida y él intenta descifrar mi ADN , a la vez que, fija su mirada en mis piernas y se distrae persiguiendo la línea de la costura de mis medias, desde el tobillo hasta el punto en que se esconde bajo mi falda.


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